Tuesday, June 08, 2010

La Familia Lopez del Valle - español

Esta es una carta que escribio mi prima YiYi sobre la historia de la Familia Lopez del Valle. Gracias YiYi - Ramon














Aquí les mando la historia de la familia que escribí. - YiYi

Toda esta es la historia de nuestra familia comenzando por nuestros tatarabuelos hasta nuestros padres. La mayor parte de todo esto me lo contaron personas a las que yo he querido muchísimo como mi abuela, mi bisabuela y mi mama. Otras partes son cosas que yo me acuerdo desde que era chiquita porque gracias a Dios, tengo muy buena memoria. Esta es en realidad la historia de la familia López del Valle, nuestros abuelos, sus antepasados y sus hijos.

De la familia López se que el pap­­­­á de abuelo se llamaba Esteban López, el era nacido en Cuba pero descendiente de españoles. Cuando el era muy joven se caso con una muchacha cubana que se llamaba Agueda Izquierdo, esos eran nuestros bisabuelos por parte de abuelo. Ellos enseguida tuvieron tres varones, el mayor era Arturo, nuestro abuelo. Y después, casi enseguida vinieron sus hermanos, Esteban y Amado. Cuando los niños eran muy chiquitos, quizás 4, 3 y 1 año, la mama, Agueda, se enfermó de tuberculosis y al poco tiempo se murió. Ellos eran personas muy pobres, y una hermana de Esteban el papá, o sea una tía de los niños, los cogió y los crió toda la vida. Abuelo quería mucho a su tía porque era buena con ellos. Al poco tiempo el papá se volvió a casar y vivía con su esposa en otro lado, pero los tres niños siguieron con la tía. Como eran tan pobres, abuelo me contaba que en aquella época pasaban trenes cerca de donde ellos vivían y las personas les tiraban monedas a los niños desde el tren. Entonces ellos siempre iban a tratar de coger algún dinero. También el me contaba que muchos días lo único que tenían para comer era harina de maíz pero eran felices porque su tía los trababa muy bien. Ella are una mujer muy buena. Todo esto ocurrió en Marianao, una ciudad cerca ce La Habana en donde nacieron ellos y todo el resto de la familia también.

Cuando abuelo Arturo era jovencito empezó a trabajar bastante temprano por necesidad y lo que hacia le llamaban pipero porque vendía agua. La mayoría de las casas no tenían agua corriente. Esto era en los 1800’s y el llevaba una carreta con una pipa. Así le decían a la vasija o barril grande donde llevaba el agua, y el las llenaba de agua y las vendía. Abuelo era muy ahorrativo y aun en ese trabajo ahorraba y guardaba dinero, y aun cuando llegó a ser muy rico nunca desperdició el dinero. En su casa no se compraba un carro nuevo hasta que el otro no estaba malo, y era lo mismo con la ropa. Teníamos de todo pero no derrochábamos pero con sus siete hijos era muy generoso y les daba todo lo que podía y los ayudó toda la vida hasta el día que murió. Tanto así que cuando seis de sus siete hijos se casaron a cada uno le dio una de sus propiedades para vivir.

Ahora les contare de la familia de abuela. Ella se llamaba Maximina del Valle y de la Vega. Su abuelo nació en las Islas Canarias que pertenece a España. El se llamaba Juan de la Vega y era nuestro tatarabuelo. Cuando el era joven se fue a vivir a Cuba y allí se casó con una muchacha cubana y con ella tuvo doce hijos, pero por increíble que parezca, y no es raro porque al principio de los 1800’s no habían ni las medicinas ni los adelantos que hay ahora, los doce niños murieron my chiquitos de distintas enfermedades. La señora también murió a los mejor del mismo parto, pero esto no lo se. Cuando paso algún tiempo el se sentía tan mal que decidió regresar a Islas Canarias. Estando allí se enamoró de nuevo de una muchacha Isleña que sería nuestra tatarabuela. Ella se llamaba Carmen y con ella se casó y decidió volver para La Habana. Carmen venia ya esperando un bebé que nació en el barco entre España y Cuba y esa era nuestra bisabuela, a la que le pusieron Petronila. Después ya en Cuba tuvieron otra hija y le pusieron Carmen y le decían Mita y los sobrinos le decían tía Mita. Yo la conocí también cuando estaba ya muy viejita.

Bueno, déjame seguir con nuestro bisabuelo. El murió y dejo a su esposa Carmen con las dos niñas en Marianao donde fueron a vivir. Ella lavaba ropa para familias que lo pagaban y la muchachitas le ayudaban a planchar. Una de las cosas que me contaba mi bisabuela Petronila era que a ella le gustaba mucho las novelas cuando era una jovencita, pero a su mamá no le gustaba que las leyera. Estas novelas venían por partes, todas las semanas un capitulo. Entonces lo que ella hacia era que guardaba algo de lo que le daban por planchar ropa y con eso se compraba la novelita de la semana. Después por la noche cuando todos estaban durmiendo ella con una vela, porque no había electricidad, leía la novela.

Estas novelas ella las reunió y las guardó toda la vida y muchos años después, cuando abuela Maximina estaba casada con abuelo, se las mandó a poner juntas y a encuadernar, y eran tres libros antiguos preciosos que ella me regaló. Mi bisabuela me dijo que quería que yo las tuviera. Yo las guardé por mucho tiempo pero cuando salí de Cuba, como muchas otras cosas, tuve que dejarlas allá.

Bueno sigo con la historia. Petronila cuando era bastante jovencita se enamoró de el que sería nuestro bisabuelo, Nicolás del Valle. Se casaron y tuvieron dos hijos, la mayor abuela Maximina y un hermano llamado Nicolás que le decíamos Nikito a quien yo también conocí. Entonces cuando nuestra bisabuela Petronila estaba en estado por tercera vez, su esposo Nicolás se enfermo de viruelas pues había una epidemia horrible de esta enfermedad en Cuba, y de eso murió, dejándola a ella joven con dos niños y en estado. Ese último niño, un varón, nació enfermo y antes de los dos años se murió.

Petronila se fue con sus dos niños a vivir con su mama Carmen. Siempre vivió con ella porque le cuidaba los niños para que ella pudiera trabajar. Su trabajo siempre fue de conserje, o sea, limpiando un colegio. Así crió a sus dos hijos, pero nuestra abuela Maximina, que siempre fue inteligente, determinada, estudiosa y muy buena alumna, cuando terminó quiso estudiar maestra y se graduó de eso.

Abuela nunca llegó a trabajar de maestra porque muy joven se enamoró de abuelo Arturo y se casaron. Como el tenía sus ahorros prefirió que ella no trabajara y entre los dos abrieron una pequeña cafetería o café, como decía el. Los dos se levantaban muy temprano a preparar leche y otras cosas para los que venían a desayunar y también hacían comidas y sándwiches. Abuelo después toda su vida sabía como hacer pierna de jamón y unos sándwiches riquísimos; y abuela sabia cocinar mejor que nadie. Mientras tanto la mamá de ella, la bisabuela Petronila, cuidaba los niños que llegaban uno cada dos años. Trabajando en el café, abuelo seguía ahorrando y así empezaron a compra pequeñas propiedades que rentaban. Luego compraron casa más grandes, terrenos, una finca y un centro comercial y muchas cosas mas. El café con que ellos empezaron eventualmente lo regaló a sus dos hermanos, Esteban y Amado, y de eso vivían ellos. No se los vendió sino se los regaló. Abuelo era una persona muy especial que ayudaba a todo al que podía. Era también una persona integra y compasiva. Dios los ayudó y según iban llegando los niños ellos iban prosperando. La mamá de abuela, Petronila (yo le decía abuela la vieja) vivió siempre con ellos y los ayudó a criar a todos los niños, siempre con un cariño increíble. Según me contaba mi mamá, vivió con nosotros hasta que murió y fue el primer dolor mas grande que tuve en la vida. Yo tenía veinte años cuando ella murió.

Bueno, sigo con la historia. Abuela y abuelo empezaron a tener niños. Primero nació tía Amalla, su nombre verdadero era Amada, después un varón que se llamaba Arturo y le decían Coito. Después vino mi mamá, Ernestina a la que le decían China. Abuelo le puso China porque ella tenía el pelo negro, lacio y los ojos carmelita. El decía que parecía una chinita. Después nació tía Futty que se llamaba Ester y después tía Guedy que se llamaba Agueda como la mamá de abuelo. Después tuvieron otro varón, tío Lulo que se llamaba Fausto. Después de esto pasó una cosa muy triste. Abuela estaba en estado esperando a tío Roberto cuando llegaron las vacaciones de verano y ellos se iban todos los años a una playa que se llamaba Baracoa, donde abuelo había comprado una casa muy linda y grande. La casa era a la orilla del mar y ahí la familia pasaba el verano. Se iban con todo el mundo, hasta con la cocinera, las manejadoras y el chofer. Esta playa quedaba coma a dos horas de donde ellos vivían. Resulta que ese año el niño varón mayor, Arturo, tenia que ir a el colegio de verano por un tiempo y decidieron irse para la casa de playa con todos los niños y dejar a Arturo con la abuela Petronila en la case de Marianao, y cuando terminara los estudios llevarlo también para la casa de la playa. Un día el niño llegó del colegio con dolor de estomago y abuela la vieja, creyendo que era estreñimiento le dió un laxante. Entonces su dolor se hizo tan fuerte que vinieron todos de la playa y fueron con un cirujano muy bueno para el hospital porque había que operarlo de emergencia ya que lo que tenia era apendicitis. Parece que no resistió la operación, recuerden que esto en el 1925, y murió en la mesa de operaciones.

Muchas personas me contaban que no hay manera de describir como quedaron abuela y abuelo, no podían salir de la angustia. Un tiempo después nació tío Roberto y como tenían muchos niños que criar, abuelo vendió la casa en Marianao y fabricó otra que fue donde yo nací. Se mudaron allí para que los recuerdos no fueran tan dolorosos. Abuela me llevaba todos los años al cementerio a llevarle flores a su hijo el día de su cumpleaños. Después de tío Roberto nació tío Eduardo, todos cada dos años. Tío Eduardo fue el último que tuvieron y ocho años después nací yo que también fui a vivir con ellos. Mi abuelo me decía que yo era la más chiquita de sus hijos. Yo vivía con ellos y dormía en su cuarto en una camita chiquita.

Abuelo y abuela siempre vivieron de un modo ejemplar, vivían para sus hijos a los que querían muchísimo. También tenían una cantidad inmensa de amistades que los querían de verdad. Siempre había visitas en la casa y muchos se quedaban a almorzar o a comer. Cuando los hijos se casaron, eran seis matrimonios, cada noche de la semana le tocaba a un matrimonio venir a comer, pero el domingo venían todos a almorzar. Así que ese día se reunía la familia entera.

Las nochebuenas eran increíbles. Desde por la mañana había mucho movimiento en la casa. Todos los criados y la cocinera ayudaban con la cena, pero mi abuela, que al mismo tiempo era tanto buena cocinera, como decidida y entusiasta, hacia y dirigía casi todo. Me parece estarla viendo preparando el lechón y cortando la manteca para hacer chicharrones. Todo el día se trabajaba preparando la cena y entonces por la noche sacaban la mesa del comedor que tenia doce sillas para el patio. Recuerden que en Cuba no había mucho frío así que comíamos muy bien afuera. Siempre venían amigos íntimos a celebrar la nochebuena con nosotros.

A mi abuela le gustaba viajar, y a mi abuelo no. Cuando ella viajaba era cuando único se separaban. Abuela me llevaba a viajar con ella desde los dos nos. Ella se quedaba en un hotel antiguo precioso como el de las películas en un pueblo que tenia un balneario que se llamaba San Miguel de los Baños. Iba dos o tres veces al año y se quedaba varios días pues ella padecía de la vesícula y allí las aguas que se tomaban eran medicinales. Ella siempre me llevaba con ella y también iba mi manejadora Juana.

Cuando yo tenia ocho años y se acabo la segunda guerra mundial, abuela me trajo por primera vez a Miami en un barco que se llamaba Florida que salía de La Habana a las 6:00 de la tarde. Dormíamos en el barco y llegábamos a Miami a las 8:00 de la Mañana. El barco embarcaba en un puente en el centro de la ciudad de Miami. Tía Guedy siempre viajaba con nosotras porque era la única soltera. Hicimos varios viajes a Miami y a Tampa a conocer mucha familia de nuestro bisabuelo que vivía allá. En Cuba me llevó a visitar el santuario de la virgen de la Caridad del Cobre y el viaje mas largo que hicimos fue de la Habana avión a Cayo Hueso y de allí en guagua a Miami. Fuimos con tía Guedy que siempre viajaba con nosotras. De Mami seguimos por todo el Golfo de México descansando en lugares como Nuevo Orleans y otras ciudades. De allí seguro hasta cruzar la frontera de México, recorrimos todo México y después regresamos a la Habana. El viaje duro un mes y fue una excursión que organizaron las maestra católica de la Habana, amigas de abuelo. Yo tenía 13 años cuando hice ese viaje. Yo siempre he pensado que a mi abuela le gustaba viajar pero lo hacia mas que nada por llevarme a mi para que conociera y aprendiera. Era un gusto para ella malcriarme desde que nací. Abuelo vino una sola vez a Miami a ver una casa que le querían vender, pero al fine no se decidió y no la compró. Recuerdo que eso fue como el 1948 o 1949. Vinimos un grupo grande que consistía de abuelo, abuela, tía Amalla, Aristides, Aristico, que tenia creo que un año, mami, papi y yo. Ese viaje fue de pocos días.

Con mi abuelo adonde yo iba a pasear era a la Habana. El tenia que ir a diferentes diligencias y negocios y me llevaba con el. Fidel Castro le quito 43 casas, varios terrenos, la casa del reparto náutico y una finca de campo. Cuando íbamos a pasear siempre manejaba nuestro chofer Demetrio Gómez. El fue el chofer de mi abuelo desde que yo nací. Gómez, como le decíamos, era un hombre buenísimo que nos tenia un cariño tremendo a toda la familia lo mismo que nosotros a el. El fue quien me trajo de la clínica cuando yo nací. El murió del corazón cuando yo tenía 22 años. Sentí su muerte como la de un familiar.

Mi abuelo también me llevaba a su finca casi todas las tardes pues era su hobbie. La finca era muy grande con una casa muy bonita en el centro. Allí vivía un señor con su esposa e hijita, quienes cuidaban la finca. Aparte en un bohío o casita vivía un viejito que se llamaba Luisito, que era quien ordeñaba las vacas y cuidaba los animales. Gómez nos llevaba alrededor de las 3:00 de la tarde y regresábamos a las 6:00 de la tarde. Yo corría por todo el terreno, veía como alimentaban los pollos y lo cochinos y como ordeñaban las vacas. Allí yo tenía una casita de muñecas tan grande que cabía en ella. Tenía sala, cuarto y portal y un cristal sobre la puerta que decía “Villa Virginia”. Abuela me la mando a hacer como regalo cuando cumplí 4 años. Ese cumpleaños me lo celebraron en la finca. Otra cosa que me gustaba mucho de mi abuela es que a ella le gustaba mucho todos los niños. Aun cuando estaba muy mayor de noventidos años o algo así, me dijo, "a mi me gusta siempre ver que los niños estén contentos." Abuelo y abuela daban fiestas de disfraces en la finca para todos los nietos. Los hijos ya casado pero sin hijos todavía, celebraban fiestas de esperar el año allí en la finca. A mi me llevaban y me ponían a dormir temprano. La finca tenía unas terrazas donde ponían mesas y había mucha música. Invitaban a muchas amistades de todos así que eran fiestas muy grandes y divertidas.

Cuando mis tíos estaban creciendo estudiaban en diferentes colegios como el apostolado, LaSalle y Belén. Cuando se hicieron jóvenes abuela quiso mandar a algunos a estudiar a los Estados Unidos. Tía Futty, tía Guedy y tío Lulo vinieron a las Ursulinas de New Orleans. A tía Futty no le gustó y quiso regresar enseguida para Cuba, pero tía Guedy y tío Lulo se quedaron varios años a pupilo. Ellos eran los que mejor hablaban ingles después. Yo ya tenía como 3 años cuando eso.

Después pasaron los años y los hijos fueron creciendo siempre en la misma casa que abuelo fabricó en la calle General Lee en Marianao. Tía Amalla, que era la mayor, fue la primera en casarse con Aristides Agüero. Después se casó mi mamá Ernestina con Alfredo Guim. Cuando tenían 3 meses de casados y ella 3 meses en estado, mi papá se murió de una epidemia de tifus que había en Cuba. Mi mamá se fue a vivir otra vez con abuelo y abuela en donde yo nací y me críe. Cuando yo tenía 2 años y ½ ella se volvió a casar con el Dr. Mario Sánchez Solís. Después se caso Futty con Heriberto Triana. Es curioso que todos se casaron por orden, pues depuse se caso tío Lulo con Mercedes Sánchez, a quien también le decían China, después tío Roberto con Rosa de la Vega y después tío Eduardo con Irene López Alpizar. El papá de Irene había sido alcalde de Marianao. La única que no se casó fue tía Guedy. Ella tuvo un novio por varios años de quien estaba muy enamorada. El se llamaba Humberto Bruigas, pero al cabo do los años se pelearon, no se bien el motivo. Creo que ya el no le gustaba a abuelo y abuela y ella era muy buena y obediente.

Han pasado muchos años y como sabemos los tíos todos han muerto excepto mi mama que todavía vive y le doy gracias a Dios por ello. Mi mama tiene 92 años y ya está muy viejita y vive con mi hermana Alicia.

Abuelo y Abuela tuvieron un total de 8 hijos, 22 nietos, 37 biznietos y 24 tataranietos.

Yo se que todos ustedes saben los abuelos tan excepcionales que tuvimos y que como yo los queríamos muchísimo y estamos muy orgullosos de ellos. No importa los problemas que se me presenten en la vida, el haberlos tenido a ellos como abuelos, a mi mama como madre y a Lalo como esposo, me hace poder superar cualquier cosa. La vida de las personas se mide por los sentimientos que dejan en los demás cuando se van.

Espero que la historia que les he narrado de nuestra familia les haya resultado interesante y amena.

Muchos cariños de su prima que lo quiere,

YiYi

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